Cuando Silvia cumplió 6 años sus padres ya le habían puesto en sus manos su primer instrumento musical: la bandurria.
Hija de músicos españoles, no tardó en beber rápidamente el bagaje musical de sus progenitores. Sus primeros conciertos fueron dentro del folklore popular de las Islas Canarias. Ya a los 12 años de edad, era sub. directora de la rondalla y solista del Conjunto Canario.